CAPÍTULO 1
23 de Agosto de 2019
Parecía ser una buena noche para la reunión en Bellas Artes, donde se encontraba Alx - con una sonrisa educada y una mirada gélida detrás de aquel antifaz -, en las puertas esperando a su gran cita de la noche. La gente entraba saludando con una cálida sonrisa, un "Buenas noches" y el saludo de la mano ladeando de un lado a otro. No paso mucho cuando se hizo presente la cita de Alx, quien se acercó tranquilamente a saludar.
- Hola, lamento la demora. - le abrazó, plantándole un beso en la mejilla.
- No te preocupes. - sonrió Alx tratando de no tener ese pensamiento por lo que restaba de la noche. - ¿Entramos?
- Claro.
Se encaminaron a las puertas, pero antes de cruzarlas Alx detuvo a su acompañante para colocarle su antifaz, lo ajustó con firmeza para que no se le cayera durante su cita. Entraron al gran salón donde se encontraban los estudiantes de nuevo ingreso, los docentes de danza, acompañantes, entre otros; todos posaron sus miradas hacia la pareja de elegante vestimenta y finos antifaces con una gema y una pluma en el lado superior izquierdo. Ellos amablemente sonrieron y entraron a ser parte de la reunión, su cita se encontraba cómoda al ver que Alx era una persona de "alto prestigio" ya que conocía a casi todos los de ahí.
- ¿Cómo estás Alx? - dijo una voz detrás de ellos.
- Hola. - abrazó al chico. - Gracias por la invitación, ¿Cómo te va con la bienvenida de los de nuevo ingreso?
- Bien, pero... - miró a la persona que los veía seriamente.
- Es verdad. - sujetó del brazo a su cita. - Él es I...
- Ibai. - interrumpió el acompañante de Alx.
- Oye, la profesora te habla. - dijo una chica dándole pequeños golpes en el hombro del chico.
- Bueno, debo irme, un gusto Ibai, disfruten la noche. - se despidió con un apretón de manos. Alx miró a Ibai con una pequeña sonrisa, a lo que él se inmutó a regresarle el gesto.
El docente a cargo llamó la atención de todos para poder darle la bienvenida a los nuevos estudiantes que se integrarían al ballet y danza contemporánea, todos brindaron con los estudiantes, los cuales estaban emocionados. La reunión se fue apagando cuando la gente comenzaba a retirarse del evento, por lo que Alx entrelazó su brazo con el del chico, le pidió terminar la cita y él accedió.
Al salir del salón, prefirieron caminar un rato para despedirse, el pensamiento que había estado rondando por su cabeza de Alx se hizo presente - Es hora -, sabía que el antifaz se veía oscuro, faltaba poco para que comenzará la diversión que había preparado para él.
- Entonces, ¿Conoces al chico que se acercó a nosotros?
- Sí, ¿Por qué? - Alx asintió
- No, nada, sólo que lo conocí hace unos años, hubo un problema y siempre me estuvo molestando.
- No creo que sea de ese tipo de personas.
- Podemos detenernos un momento. - el chico se tocó la cabeza.
- ¿Todo bien? - Alx quitó su brazo y el chico cayó al suelo. - Parece que algo no está bien. - su voz se volvió cínica. - Debiste ser más cuidadoso ¿No crees?
- ¿Qué dices? - se tocó el antifaz para retirársela.
- No la retires. - se acercó a Ibai. - O despellejará tu piel.
El rostro del joven mostraba seriedad, pero su cuerpo comenzó a temblar, miró el rostro de Alx, tenía un sonrisa burlona y una sombría mirada, él se levantó, de un momento a otro trató de correr, pero sus piernas le hicieron una mala jugada al tropezar, quedando de nuevo en el piso, pedía auxilio en silencio, los gritos se ahogaban en su interior por el miedo. Alx se acercó con aquella placentera sonrisa a la altura del rostro petrificado del muchacho, se agachó con esa fría mirada, en un abrir y cerrar de ojos su cita comenzó a ahogarse, quedándose inconsciente poco a poco. Cuando su cuerpo quedó inmóvil, retiró el antifaz, se levantó con el estómago revuelto, pero trato de mantenerse firme, caminó sin rumbo hasta esfumarse dejando el cuerpo en el suelo.
26 de Agosto de 2019
Miré el reloj de la pared, corrí al darme cuenta de que era tarde para llegar a clases, tomé el pan tostado de mi hermano, lo sujeté con la boca, bajé del edificio lo más rápido que pude, hasta que subí al auto.
- Que buen récord, pero ¿Y tú mochila? - la mirada de luna de mi hermano se reflejaba en el retrovisor. - Corre o ¿Quieres llegar más tarde de lo que es?
- No puede ser. - golpeé mi cabeza tontamente mientras corría de nuevo por todo el edificio para ir por mi mochila. - Listo. - subí al auto tomando una gran bocanada de aire.
Llegamos más rápido de lo que había pensado, mi hermano me acompañó hasta la oficina de la directora, entramos y ahí estaba la mujer que aterraba a cualquier alumno - su mirada seria inspiraba terror, su vocabulario meramente educado te hacía sentir como tonto y el tono más tranquilo con el cual se dirigía a la gente inspiraba inseguridad de uno mismo -, eso pensé en cuanto nos sentamos, pero fue todo lo contrario, era una mujer amable y correcta, me dio la bienvenida, obtuve indicaciones de su parte para poder llegar a mi salón. Salí silenciosamente de su oficina para dirigirme a mi salón donde la profesora me recibió con un regaño, luego de aclarar la situación me sujeto del hombro, aclaro su voz para después presentarme como el nuevo alumno del ciclo escolar, todos parecían estar en sus deberes, por lo que nadie puso atención. La profesora gruñonamente me ordenó irme a sentar a uno de los pupitres vacíos.
Siempre era yo él chico nuevo de la escuela, era normal ya no sentir una inundación de soledad a mi alrededor, pero al parecer esa maldición se esfumó.
- Hey, tú. - se acercó una chica hablando en tono serio.
- ¿Qué pasa?
- Estás en mi lugar. - se quitó los audífonos y colocó ambos en su hombro derecho.
- Ahh... - quedé mudo.
- Tranquilo. - río la chica, deshaciendo su seriedad en un segundo. - Nunca tengo un lugar fijo, un día aquí otro día allá, a veces hasta en otro salón. - quedé mudo al no saber por qué me estaba contando todo eso. - Pero bueno, ¿Tú eres nuevo, no? - bajó su mochila de golpe, sentándose en el pupitre de al lado.
- Si.
- Soy Nadia, ¿Y tú?
- Ethan. - sonreí amable. Al instante recordé donde la vi por primera vez. - Oye, ¿Tú de casualidad no fuiste interrogada por la policía en estos días?
- Shh, baja la voz. - miró hacia todos lados.
Esto ha sido editado con la ayuda de Ingrid y Odette, sin ellas este texto estaría un poco polvoso, en fin, gracias por seguir leyendo querido lector <3