CAPÍTULO 11

     27 de Noviembre de 2020


     Abrió los ojos, se encontraba confundida, no sabía dónde y por qué estaba ahí, ese sentimiento de confusión había aparcado su mente, vio a un hombre con la cabeza hacia atrás en el sillón, parecía dormido, pronto su madre entró a la habitación, la cual abrió los ojos como platos al verla despierta, sus ojos se llenaron de lágrimas, parecía no haber dormido por mucho tiempo, ya que estaban con bolsas y ojeras llegando al tono azulado con toques morados.


     - Por fin despertaste cariño. - se acercó a darle un abrazo y un beso en la frente.

     - Mamá ¿dónde estoy? - Nadia estaba lo bastante perdida por lo que sucedía.

     - Quedaste en coma por casi un mes. Fue por una intoxicación de monóxido de carbono. ¿No recuerdas nada? - Nadia la miró sorprendida, negó con la cabeza.

     - ¡Hey! Despertaste. - habló el hombre incorporándose en el sillón. Nadia lo miraba extrañada. - ¿No me recuerdas? - volvió a negar con la cabeza.

     - ¿Quién eres? 

     - Mucho gusto, soy Rubén. - se levantó del asiento y se acercó a Nadia para presentarse. - Mi hermano iba contigo en la escuela, al parecer eran del mismo salón. - miró a la mamá de Nadia. - Debo irme. - se despidió estrechando la mano de la señora. - Recupérate pronto.


     29 de Octubre de 2020


     El ballet del Lago de los cisnes daría comienzo en el Teatro, todas las bailarinas estaban apuradas por el maquillaje y detalles del peinado, la protagonista estaba siendo atendida por su madre.


     - Todo estará bien, es tu primer protagonismo como la principal, rómpete una pierna hija. - dijo su madre mirándola desde el espejo con una sonrisa forzada que escondía lágrimas de felicidad.

     - Tercera llamada, debes salir. - entró una chica con una diadema de audio. - Está saliendo de camerino. - comunicó enseguida que salía del cuarto.

     - Nos vemos en la fiesta madre. - le dio un abrazó y se apresuró a salir.


     La música comenzó, el salón se había llenado por completo, la gente recibió con aplausos la primera escena, todo iba según lo planeado. Nadia al llegar al clásico solo, suspiro con la mente llena de terror, que la ayudaría a convertirla en la única, metida en el personaje de alguien blando a alguien destruido. Una oleada de aplausos se asomó en el público, ella con una sonrisa salió al escenario, terminando la presentación, varias personas se acercaron a conocer el elenco, se presentó de manera amable, platicó su experiencia de haberse presentado como la principal. 

     Todos se fueron a sus vestidores y camerinos, Alx antes de llegar al camerino se puso loción, entró tranquilamente, aunque atosigado de tantos abrazos, pronto escuchó un ruido, instintivamente volteó hacia el tubo de la ropa, ahí se encontraba Martínez recargado en la pared.


     - Bien hecho, ese vestuario te hace ver como un ángel que ha sido desterrado de los cielos.

     - ¿Qué haces aquí? - Alx se exaltó.

     - Parece que has jugado muy bien tu papel. - se acercó tranquilamente.

     - Me han interrogado demasiadas veces, ¿Qué es lo que quieres? - su cordura comenzó a perderse. - A caso quieres a volver examinar el antifaz que guardo como mi logro. - sonrió desafiante.

     - Estas demente. - se acercó Alx y le sometió contra la pared. - De está no sales, quedas arresta... - no terminó de hablar cuando cayó al suelo.


     03 de Noviembre de 2020


     Estaba sentado en la cabina de testigos, Peralta tomaba nota de todo lo que el chico le decía, detalle tras detalle, todo había sido planeado y puesto a escena sin ningún rastro, parecía tener sus razones para haber sido parte del espectáculo de los homicidios, sin embargo, había saldado sus cuentas con la justicia.


     - Por favor, dígame ¿cuál era su papel dentro de todo esto?

     - Yo invitaba cordialmente a Alx para que llevará a su cita a pasar la noche ahí y luego de unas horas saldría, de alguna manera terminaba con la vida de los chicos. - poco a poco comenzó a decir más de la cuenta.

     - Entonces usted, por lo que dice la carta que escribió Alx, fue bajo amenaza.

     - Así es. - mintió.

     - Está bien, para terminar, por favor diga su nombre en la cámara.

     - Mi nombre es... 

     - Peralta, necesitamos hablar. - Entró Martínez.


     El chico se quedó pensando sobre lo que sucedió durante todo ese año. Para muchos él era un cómplice más, pero él sólo había hecho justicia para su novia, que fue asesinada por esos cerdos.


Esto ha sido editado con la ayuda de Ingrid y Odette, sin ellas este texto estaría un poco polvoso, en fin, gracias por seguir leyendo querido lector <3

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