CAPÍTULO 12

     30 de Octubre de 2020


     - Deberías perder un poco de peso. - arrimó una silla frente a él, luego se sentó. - Alguien como yo no te puede cargar. 

     - Mmm... 

     - No intentes hablar, te he dado un somnífero, al parecer tu cuerpo no responderá después de un rato. - se levantó de la silla, comenzó a caminar alrededor del cuarto. - Tú hermano te está buscando, que mal que no sabe lo que está pasando, me habló para decirme que te ibas a tomar con tus amigos, ¿tus planes cambiaron? - rió al ver la expresión de Martínez. - Eres un novato ¿no es así?


     Poco a poco comenzó a sentir su cuerpo, si algo no sabía Alx es que él podía escapar de una forma u otra.


     - Vivirás, no te preocupes, pero no sin antes saber por qué hago esto. - comenzó a pegar fotos de todas las víctimas. - ¿Los reconoces? Todos ellos abusaban de lo que hacen llamar hombría y una fue parte de el gran reconocimiento de esos inútiles. - su mirada se había vuelto fría. - Cuando entramos a la escuela ellos estaban en la misma fiesta que había sido invitada Lilia, era la bienvenida de las chicas de tercer grado. - Rubén pudo zafarse de una mano de la cuerda sin que Alx se diera cuenta. - Al día siguiente Lilia llegó mareada, diciendo que no había pasado nada. - tragó saliva con dificultad al contar lo siguiente. - La habían violado, media escuela supo lo que pasó, los Profesores nunca se enteraron, mucho menos la Directora, nunca ayudaron. - golpeó el escritorio que se encontraba a su lado, Martínez por otro lado comenzó a buscar sus llaves. - Luego de una semana, me enteré de que era manipulada y forzada por esos tipos, ella siempre lo calló frente a nuestros mayores, estaba siendo amenazada por todos los chicos. - volteó a ver a Martínez, se acercó con sigilo. - ¿Buscas esto? - sacó las llaves de su pantalón.

     - Dime algo - miró tranquilamente a Alx. - ¿Cómo es que nunca dejaste rastro? Tus huellas nunca las encontramos, el ácido dejaba residuos de metal y plumas. Las personas nunca sabían nada de ti, en todo momento fuiste alguien desapercibido en el cuadro de posible culpables.

     - El ácido quemaba mis huellas cada vez que preparaba el antifaz, por lo que nunca ocupé guantes y no eran necesarios. - pronto se volteó y tiró el cabello al suelo, ahora se visualizaba al verdadero sujeto. - Uso peluca, he planeado todo durante estos años, he sacrificado muchas cosas de mí por todo esto, por ejemplo, mi vida social. - se acercó al escritorio, de uno de los cajones extrajo un antifaz. - Esto tiene una placa térmica, al tener contacto con el frío saca un ácido. 


     Se fue al otro extremo del cuarto, sacó un contenedor transparente de una hielera para meter el antifaz, mientras se acercaba a él detective, este vio cómo comenzó a cambiar de color de rojo a negro, del otro lado visualizó un líquido salir del antifaz, Alx metió su mano, tocó las orillas del antifaz para desprender el gas. Martínez quedó petrificado al conocer la mente maestra de los asesinatos, pero le sorprendió que fuera el menos esperado.


     - Ahora que sabes la historia, creo que necesitas esto. - tiró las llaves a un lado del detective, él las agarró para librarse de las esposas en sus pies. - Voy a arriba.


04 de Noviembre de 2020


     - Perdón, me acaban de avisar que la cámara no había sido activada, por favor, diga su nombre frente a la cámara y cuénteme a detalle lo que sucedió. - dijo Martínez entrando al cuarto junto al chico.

     - Está bien. - el chico miró fijamente a la lente de la cámara. - Mi nombre es Eric Montreal y todo comenzó el treinta de agosto del dos mil diecisiete, en una fiesta fue invitada mi novia Lilia, cuatro sujetos, sus nombres eran Ibai, Ismael, Lucas y Arturo aparte de una testigo, Martina.

     - Perdón ¿hablamos del mismo caso? - comentó el otro detective.

     - Nunca supieron qué significaba el tatuaje que traían ¿verdad? - ambos detectives intercambiaron miradas y negaron.

     - AL, Álvarez León, la X representaba su nombre, Lilia. - dijo Eric.

     - Prosigamos con la historia. - dijo Martínez dejando su bolígrafo sobre la mesa.

     - Después de su muerte, el veintitrés de agosto del dos mil diecinueve... - comenzó la historia de nuevo.


Esto ha sido editado con la ayuda de Ingrid y Odette, sin ellas este texto estaría un poco polvoso, en fin, muchas gracias querido lector <3

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