Décimo trabajo: Las vacas de Gerión
Euristeo al ver que Heracles no ha fallado ninguna misión, se desespera, ya que ni siquiera él ha aprovechado ninguna de las misiones, a excepción del cinturón de Hipólita, por lo que a escondidas de Hera le pide ir a traer las reses rojas de Gerión, hijo de Crisaor y Calírroe. Gerión es un pastor antropomorfo formado por tres cuerpos pegados, con sus respectivas extremidades y cabezas. Este ser tenía cuidando a su ganado y el ganado negro de Hades, él siempre estuvo acompañado de Ortro, hijo de Equidna y Tifón, y el pastor Euritrón.

Heracles al llegar al monte Abas en Eritia, comienza a revisar el lugar, pero Ortro llega a atacarlo, por lo que Heracles lo mata. Entonces Euritrón vió lo que sucedía, corrió a ayudar a Ortro, pero éste también muere de la misma manera. Entonces Menetes desde lo lejos observa como matan a Ortro y Euritrón y corre a avisarle a Gerión, este sale tras la cabeza de Heracles, en ese instante Hera estaba enterada de la misión y corre a ayudar a Gerión.
Heracles le lanza una flecha al primer cuerpo, pero este seguía moviéndose, en la segunda flecha falla a Gerión, pero le da en el pecho a Hera y esta huye; entonces le incrustó su espada al segundo cuerpo y finalmente al tercer cuerpo le da con un mazo, y así es como muere.
Toma el rebaño y se encamina a Micenas, durante la primera noche se quedan cerca de la cueva de un monstruo llamado Caco, el cual arrastra ganado hasta la cueva para comerlos al día siguiente. Heracles cuando despierta, cuenta el ganado y se da cuenta que faltan, por lo que se dispone a seguir las huellas y logra encontrar la cueva taponeada por una roca, entonces Heracles furioso derrumba la cueva para aplastar al monstruo que se llevó su ganado.

Siguiendo su camino, Hera regresa para hacerle imposible su llegada y mete un insecto tábano para que picase a las vacas y estas se separaran, pero Heracles logra juntarlas, entonces Hera hace una inundación para que las vacas se quedaran sin mover, pero Heracles volvió a resolverlo poniendo rocas para que las vacas pudieran caminar. Es así como Hera se harta y lo deja en paz.
Cuando llega a Micenas, le entrega a Euristeo las vacas y éste se lo da como ofrenda a Hera.