
Hijo del dios Zeus y la pléyade Dione. Este dios es reconocido en el Olimpo como el mensajero de los dioses, aunque su historia fue más desarrollada que solo eso. Cuando él era todavía un bebé se escapó de la cuna, se metió al rebaño, robándole a su hermanastro Apolo cincuenta bueyes, escondiéndolos en una cueva de Arcadia, donde los sátiros lo descubrieron y fueron a la audiencia donde Apolo acusaba a Hermes de robar su rebaño y contaron la verdad. Pero antes de que sucediera el veredicto, Hermes agarró el caparazón de una tortuga y le tensó unas cuerdas, creando así la lira.
Apolo encantado de tal instrumento aceptó que Hermes se quedará con el rebaño de cuarenta y ocho bueyes, ya que dos los sacrificó, clavó las pieles en una roca y la carne fue cocinada, consumida y quemada, haciendo el sacrificio en nombre de los dioses. Se cree que por esto Hermes, fue el pionero de la adoración divina y los sacrificios a los dioses.
Hermes también fue conocido como un ladrón, ya que a veces se apropiaba de cosas de otros dioses, como el tridente de Poseidón, las flechas de Artemisa, el cinturón de Afrodita, entre otros.
Él ayudo a dioses y héroes para cumplir sus cometidos como lo hizo Atenea. Mató a Argos para salvar a Ío; liberó a Ares de una prisión que vigilaban los gemelos gigantes; fue consejero y guía del rey Príamo; ayudó a Odiseo a regresar a Ítaca; le dio una espada irrompible a Perseo para terminar con la vida de Medusa.