Hijo de Cronos y Rea. Hay dos versiones de cómo fue después de su nacimiento, la más conocida es que fue devorado por su padre para que no se cumpliera la profecía de que uno de sus hijos lo derrocará; pero también existe la versión de que Rea lo ocultó como a su hermano Zeus, aunque este fue llevado a la isla donde se encontraban los Telequines - monstruos con cara de perro y cola de pez. -, estos seres eran expertos en la materia de metalurgia y el arte de herrería, con el tiempo le fabricaron su tridente que llevaría después de la pelea contra los Titanes.

Él fue cuidador de los mares y océanos, fue uno de los dioses más importante para los griegos por su poder, sin embargo, en una apuesta con Atenea para conseguir el Templo de Atenas, éste perdió. La decisión para saber quién ganaría el puesto, fueron los mismos del pueblo. Poseidón abrió la Tierra e hizo que emanara una cascada de agua salada; mientras tanto, Atenea les ofreció olivo, les enseñó a cultivarlo, haciendo de esa semilla una nueva fuente de alimento. Los habitantes aceptaron a Atenea como parte del templo y Poseidón enfurecido, inundó parte de Ática, mandó a su hijo Eumolpo a atacar Atenas y matar al rey Erecteo. Los atenienses al descubrir el enojo de este dios le hicieron culto.

Este dios no se salvó de quedar marcado como Zeus, pues al tener a su esposa Anfitrite, también hizo crecer su descendencia con diosas y mortales, teniendo hijos en todos lados. Una de las historias menos mencionadas fue la violación de Medusa, sacerdotisa de Atenea. Poseidón la atacó y violó a Medusa dentro del templo. Atenea al descubrirlos maldijo a Medusa, poniéndole serpientes en su cabello e hizo que cuando mirará a otra persona lo volviera piedra. Pero eso no acaba ahí, ya que después de aquel suceso, ella quedó embarazada, quedando desolada en una cueva donde fue decapitada por Perseo y de su sangre emergieron Pegaso, y el gigante, Crisaor.

Durante la temporada que encerraron a Zeus y falló gracias a que Tetis actuó en contra de los demás dioses, fue mandado a la guerra de Troya junto a su sobrino Apolo. Ahí, el rey Laomedonte le pidió que hiciera murallas colosales que ningún humano pudiera destruir, a cambio les daría grandes recompensas. Al terminar y descubrir que todo fue mentira, el dios se llenó de ira y mandó un monstruo que atacaría el pueblo, que después de tiempo moriría en manos de Heracles.


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