Primer trabajo:
León de Nemea
El rey Euristeo manda a su sobrino a matar al León que se encuentra en una cueva en Nemea. Este león aterrorizaba los alrededores del pueblo de Nemea, comiéndose a los humanos, matando rebaños y arruinando las siembras. Heracles con astucia y sin miedo fue a enfrentar al hijo de Equidna y Tifón.

Al principio pensó en matarlo con flechas, ya que era buen arquero, pero el intento de darle con alguna, fracasó. Pronto pensó otra opción: atacarlo con la espada de bronce, pero igual fue inútil, ya que su piel era tan gruesa que no le provocó ni un rasguño. En su tercer intento utilizó un olivo como garrote, pensando en noquear al gran león, pero también fue inútil.
Se desconoce cuantos encuentros tuvo Heracles con el león, pero en su último encuentro de cacería fue pensar en atacarlo cuerpo a cuerpo. Fue hasta la cueva, ahí se dio cuenta que había dos entradas, por lo que bloqueo una, para que cuando se topará con el león este no escapará. Al estar frente al león se abalanza y lo estrangula con sus brazos, terminando con la vida de este ser.
Lleva el cuerpo hasta el rey Euristeo, el cual se asusta y pide que le hagan una tinaja para cuando se presentará Heracles, él pudiera esconderse y ordenarle. Cumpliendo su misión él agarra al león y con la idea que le da Atena, hace del cuerpo su nueva vestimenta, la cual usará para pelear en las siguientes tareas.

Zeus orgullosos de su hijo, en forma de trofeo vuelve al león de Nemea en la constelación de Leo.
El rey lo llama para darle la segunda tarea: enfrentarse a la hidra de Lerna.